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Museo de Soldados Malditos y Prisioneros Políticos de la República Popular de Polonia

Muzeum Więzienia Pawiak, fot. Filip Kwiatkowski

El Museo de Soldados Malditos y Prisioneros Políticos de la República Popular de Polonia –Muzeum Żołnierzy Wyklętych i Więźniów Politycznych PRL– ocupa el recinto de la antigua prisión de Mokotow, construida a principios del siglo XX, que llegó a ser una de las cárceles más severas de toda la zona de dominio ruso. Durante la dictadura estalinista, albergó el principal centro de internamiento de prisioneros políticos, siendo lugar de ejecuciones de numerosos dirigentes de la resistencia anticomunista clandestina en Polonia. Fue aquí donde, en condiciones infrahumanas, fue encarcelado, interrogado y finalmente asesinado el general August Fieldorf «Nil», subcomandante del Ejército Nacional. Corrió la misma suerte el legendario capitán de caballería Witold Pilecki, prisionero voluntario y organizador del movimiento de resistencia en el campo de concentración de Auschwitz, autor de los llamados Informes Pilecki que hicieron llegar al mundo las primeras informaciones sobre el Holocausto. Los cuerpos de los 350 prisioneros condenados a muerte fueron arrojados por la noche a las fosas comunes, cuya ubicación jamás fue revelada por las autoridades comunistas.

En los años posteriores, miles de personas detenidas por motivos políticos fueron a parar a la prisión de la calle Rakowiecka, incluidos los participantes de las huelgas estudiantiles de 1968 y activistas de la oposición democrática como Jacek Kuroń, Adam Michnik, Aleksander Małachowski, Bronisław Geremek y Kornel Morawiecki. Los pasillos del módulo en el que se llevaban a cabo los interrogatorios dan a unas celdas unipersonales en las que, sin embargo, durante el periodo estalinista, estaban recluidos entre 6 u 8 internos. A lo largo del recorrido, se muestran medallas religiosas y cruces recuperadas años después de las fosas comunes, así como fragmentos de cartas enviadas por los familiares suplicando clemencia para los presos. El itinerario conduce al así llamado «Palacio de los Milagros», módulo en el que, bajo torturas, los internos confesaban «milagrosamente» sus crímenes. Los visitantes interesados en la lucha contra el régimen comunista hasta los años 80 pueden acceder a la exposición que acoge el Pabellón Principal. Aquí, entre otros objetos, pueden verse rosarios hechos de pan; los zapatos de Danuta Siedzikówna, “Inka”, enfermera adolescente de la 5ª Brigada de Vilna del Ejército Nacional que llevaba en el instante de su fusilamiento; o porras hechas con cables trenzados, utilizadas para golpear a los alumnos universitarios que tomaban las calles en manifestaciones estudiantiles. La visita a un lugar con semejante historia es un recuerdo indeleble que inspira al visitante a reflexionar sobre la dignidad de quienes no pudieron contar con un juicio justo hasta mucho después de su muerte.

ul. Rakowiecka 37
www.muzeumrakowiecka37.pl

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